Cada 13 de marzo se celebra el Día de la Cultura palestina, homenajeando la rica herencia cultural de nuestro pueblo. De igual forma, este día conmemora el natalicio del gran poeta nacional palestino Mahmud Darwish, cuyo legado ha dejado una profunda huella en la literatura y la cultura no únicamente de Palestina, sino del mundo entero.
El pasado 12 de marzo, se llevó a cabo el Día de la Cultura Palestina en la sede del Instituto Cervantes de Madrid, homenajeando a este célebre poeta, así como la identidad cultural palestina. El evento estuvo organizado por la Embajada de Palestina en Madrid en colaboración del Instituto Cervantes, contando con una destacada agenda para honrar el legado histórico de la cultura y del pueblo palestino, la cual puede ser visualizada virtualmente en el canal de Youtube de la Embajada de Palestina.
El citado encuentro comenzó con una ceremonia de apertura que contó con la presencia de embajadores, cuerpo diplomático, diputados, sindicatos, sociedad civil, académicos, artistas y estudiantes universitarios. El discurso inaugural estuvo a cargo del director del Instituto Cervantes, don Luis García Montero, quién resaltó la importancia de honrar la memoria y el legado de Mahmoud Darwish y demás artistas palestinos, quienes han pasado a ser todo un símbolo de resistencia y creatividad para su pueblo.
Durante su intervención, recalcó la terrible situación que atraviesa el pueblo palestino, condenando la sistémica destrucción de la que es objeto y el perpetrado genocidio televisado en Gaza: “llevamos tantos meses en los que los derechos humanos y la condición humana están siendo maltratados en Palestina […] hasta el punto de asistir en televisión a un Genocidio […] lo vemos en televisión y en las pantallas de los móviles todos los días”. Terminó su discurso recitando al poeta Najwan Darwish, quien en palabras de Luis García Montero su obra es “una reivindicación de la condición humana”.
Por su parte, el embajador de Palestina en España, Husni Abdel Wahen, inició su intervención rompiendo el ayuno recordando a “aquellas mujeres, hombres, niñas y niños que están privados de tener un sorbo de agua, y no es por sequía, ni por por pobreza, sino por la autoría del Estado genocida de Israel que no permite el ingreso de agua, de comida, de electricidad o combustible, los elementos más elementales de la vida humana”. Además, compartió con los asistentes la importancia de la cultura en la identidad palestina, fuertemente arraigada a su tierra nacional y que es “tan importante como la lucha misma”. Enfatizó, a su vez, que la cultura palestina es uno de los principales objetivos del sionismo en estos últimos meses de genocidio, viviéndose en Palestina un Culturicidio donde “por lo menos 100 destacados intelectuales, poetas y académicos han sido asesinados”.
La agenda contó con la presencia de la ministra de Juventud e Infancia, Sira Riego, quien acompañó al embajador en la entrega del reconocimiento a Federico Arbós por su compromiso con el pueblo y la cultura palestina. Federico es un célebre difusor de la lengua y literatura tanto árabe como palestina, habiendo sido durante años director del Instituto Cervantes en el Cairo y en Casablanca. Durante su intervención, quiso aprovechar su reconocimiento para dedicárselo a “los escritores y las escritoras, los y las poetas palestinas que durante décadas han levantado sus poemas como una bandera por su nación, usando el arte y la cultura como una vía de resistencia al despojo y destrucción de su tierra, la discriminación, la muerte y la destrucción sistemática programada por los gobiernos sionistas”.
Entre los demás participantes se encontraban Carmen Ruiz, prolífica escritora de ensayos y reseñas sobre literatura árabe y palestina, amiga eterna tanto de su cultura como de su nación. Dedicó unas palabras en referencia a Mahmud Darwish diciendo: “el poeta transforma y trabaja el dolor –alam en árabe- en esperanza – amal en árabe-”. En este proceso de transformación, el arte busca encontrar la luz en los momentos más oscuros: una cita que nos resuena y nos es imposible no aferrarnos a ella.
El evento contó también con los poetas Matías Escaleras y Jorge Camacho Cordón, los cuales recitaron diversos poemas propios. Escalera recitó su emotivo poema “Gaza/Auschwitz. Los niños y los burritos/cebras” de su último poemario publicado, “Recortes de un corazón herido por la esperanza”, denunciando precisamente con tristeza con la matanza indiscriminada de niños por parte del ejército israelí. El poeta Jorge Camacho, por su parte, recitó el poema “Resistencias”, de su libro “Palestina estrangulada”, tratando la cuestión palestina como una cuestión de resistencia contra la ocupación y de lucha por la libertad.
En el evento también participaron alumnos procedentes de la Universidad Autónoma de Madrid, Universidad Complutense de Madrid y la Universidad Pontifica de Comillas, quienes concluyeron la lectura recitando diversos poemas de los autores Mahmud Darwish, Ibrahim Nasrallah, Rafeef Ziadah, Najwan Darwish y Yabra Ibrahim Yabra.
La música tuvo también un gran protagonismo en el evento, contando con la actuación del músico sirio Hames Bitar y su maestría con el laúd, hecho en Palestina. Bitar contó parte de su historia agradeciendo al Instituto Cervantes no solo por el hecho de tocar en su sede en Madrid sino también porque fue alumno de la misma en Damasco antes de emigrar a España. Su música envolvente clausuró el acto con una emotiva pieza que invitaba al optimismo y a la esperanza.
Sara Abel, conductora del evento y miembro de la Embajada, cerró el encuentro recordando que para el pueblo palestino “la cultura es una de nuestras mejores y más valiosas armas para luchar contra el olvido, y está en nuestra voluntad recordarla y darle voz. Nuestra cultura es nuestra, nuestra identidad es nuestra, y eso es algo que nunca van a poder arrebatarnos”.
Mario Pastor Molina/Misión Diplomática de Palestina en España,
