Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados, Estado de Palestina
El ataque y escupitajo de extremistas judíos al monje en Jerusalén representa una materialización de una cultura colonial.
Condenamos en los términos más enérgicos el ataque pecaminoso cometido por extremistas judíos contra un monje cristiano a la entrada de la Puerta An-Nabi Dawood en la Jerusalén ocupada, donde uno de ellos escupió al monje mientras otro lo agredía e insultó a Jesucristo con agresiones verbales. Esto es parte del conocido fenómeno de “escupir a los no judíos”, que se acompaña con ataques a monjes y turistas a los que han estado expuestos continuamente durante años.
Consideramos que este ataque es provocativo, supremacista, colonial y racista, y refleja la cultura del odio, el resentimiento y la negación de la existencia del otro, así como refleja el alcance de la incitación y movilización racistas que reciben adoctrinamiento por miembros de organizaciones extremistas de colonización de asentamientos, ya sea a través de institutos religiosos, veredictos religiosos de los rabinos extremistas, y de las campañas y posiciones incendiarias declaradas por ministros del gobierno israelí como Ben Gvir, Smotrich y otros del nivel oficial israelí. También expresa la naturaleza de los ataques a los ciudadanos palestinos en general, su tierra y sus santidades cristianas y musulmanas en Jerusalén.
El Ministerio cree que la conciencia de protección política y jurídica de las milicias de colonos las alienta a persistir en sembrar semillas de odio, encender más fuegos en el escenario del llamado conflicto y perpetrar los crímenes más atroces y los ataques provocadores contra ciudadanos palestinos y creyentes de otras religiones. Asimismo, refleja la magnitud del control de la extrema derecha sobre muchos centros de toma de decisión del Estado ocupación y la propagación de su cultura oscurantista hostil a la paz entre sucesivas generaciones de extremistas.
